El oud tiene profundas raíces en la historia. Se cree que su uso se remonta a la antigua India y la civilización china hace más de 2000 años. Durante siglos, se ha utilizado en la perfumería, la medicina tradicional y los rituales religiosos en culturas de Asia y el Medio Oriente. El oud es único en su origen, ya que se forma cuando el árbol de agar sufre un tipo de infección fúngica. Como respuesta a esta infección, el árbol produce una resina densa y fragante en su núcleo, que es lo que se extrae y se utiliza en la creación de aceite de oud.

Una de las características más destacadas del oud en la perfumería es su capacidad para actuar como un fijador natural. Esto significa que ayuda a que otras notas fragantes en una composición duren más tiempo lo que lo convierte en un ingrediente esencial en muchas fragancias de alta calidad.

Se cree que el aroma del oud puede influir en el estado de ánimo y la mente. Se ha utilizado tradicionalmente en la aromaterapia para promover la relajación y la meditación. El oud, con su historia rica y su fragancia incomparable, sigue siendo un tesoro en la perfumería. Su versatilidad y su profundo significado cultural hacen que sea un componente fundamental en muchas de las fragancias más apreciadas del mundo. A medida que se trabaja en la sostenibilidad de su obtención, el oud continuará siendo una esencia aromática preciada que conecta el pasado y el presente en el mundo de la perfumería.